Más allá de los looks y la estética, en la industria de las barberías, peluquerías y salones de belleza, la bioseguridad es fundamental. Los clientes modernos buscan servicios en los que la limpieza, el cuidado y la seguridad sanitaria son una prioridad. Esto se volvió aún más crucial desde la pandemia de COVID-19, que impulsó a los negocios de belleza a reforzar sus protocolos para brindar un entorno más seguro y controlado.